El próximo Congreso tendrá que
buscar soluciones a los siguientes problemas de salud pública que ya no dan más
espera:
1. La
primera causa de enfermedad y mortalidad en Colombia, son las enfermedades
crónicas tales como la hipertensión arterial, el infarto cardiaco, la
enfermedad cerebrovascular y el cáncer. El sobrepeso y obesidad afectan más de
35 % de la población colombiana, y en los niños y adolescentes, el sedentarismo
sigue siendo un importante factor de riesgo. Frente a este panorama el Congreso
debe retomar la discusión del impuesto a las bebidas azucaradas, pero no como
una intervención aislada sino como parte de una estrategia integral de
prevención de los eventos crónicos no transmisibles.
2. En
los muchos países con buenas prácticas de gobierno, el lineamiento para una
buena gestión a favor de la calidad del
aire es liderada por la autoridad sanitaria como es el caso del Ministerio de
Salud, esto ocurre por ejemplo en México y Chile. En Colombia es la autoridad
ambiental la que da este lineamiento, lo cual hace que se mire la contaminación
del aire por material particulado solo como un problema ambiental y no ligado a
la calidad de vida de las personas y como uno de los principales factores de
riesgo de enfermedad respiratoria, cardiovascular y cáncer de pulmón en
Colombia. El Congreso debe abordar la necesidad de comprometerse como país a ir
restringiendo el uso de combustibles fósiles. La Unión Europea ha fijado para
el año 2030 como meta de cero usos de este tipo combustibles, los cuales son
los más contaminantes del aire en especial el diésel. Esto implica una nueva
propuesta como nación de su canasta energética.
3. Continuando
el tema ambiental, una deuda pendiente del Congreso de la República es con la
prohibición del asbesto. En la actualidad, más de 55 países de todo el mundo
han prohibido el asbesto, incluyendo todos los miembros de la Unión Europea. En
Latinoamérica se incluye Chile y Brasil. Aunque su prohibición fue aprobada en
primer debate en una comisión, es muy seguro que esta tarea quede para la
próxima legislatura.
4. La
Ley Estatutaria de la Salud es la norma más importante en salud después de la Ley
100 de 1993. Esta Ley del año 2015, garantiza el derecho a la salud, lo centra
en las personas y no en su estado de aseguramiento y establece la necesidad de
que el país disponga de un “sistema de salud”, no menciona un “sistema de
seguridad social en salud”, esto tiene implicaciones importantes que no se han
reglamentado ya que se da primacía al acceso y calidad de los servicios de
salud en redes público privadas más que a fortalecer el aseguramiento como lo
ha hecho el actual gobierno nacional. El actual MIAS: Modelo Integral de
Atención en Salud, no está desarrollando a plenitud la Ley Estatutaria de la
Salud. El nuevo Congreso deberá afrontar el debate que la administración Santos
ha eludido que es el de la conveniencia o no de continuar con el modelo de
intermediación financiera de las EPS.
5. Hay
crisis en el modelo de salud, el ministro de salud Alejandro Gaviera dice que
la crisis solo es financiera, sin embargo, si la primera causa de mortalidad en
Colombia son las enfermedades cardiovasculares, datos del Ministerio de Salud
dice que para el año 2016 causaron el 30,0% de las defunciones, coexisten
también los eventos transmisibles y el complejo trauma violencia. Si bien hemos
mejorado algunos indicadores nuestras cifras son muy altas si nos comparamos
con países de la vecindad como Chile que ya logro eliminar la sífilis congénita
y Colombia sigue con cifras inaceptablemente altas.
6. El
Congreso deberá también tratar el tema de la Integración vertical en salud
implica que las EPS solo deberían tener hasta un 30% de red de prestadora
propia y contratar un porcentaje similar mínimo con la red hospitalaria
pública. Esto no se ha cumplido a cabalidad. La deuda de las EPS contributivas
y subsidiadas a la red publico privada es alta, cercana a los 3 billones de
pesos.
7. El
talento humano en salud es un tema que debe afrontar el nuevo Congreso.
Colombia es el único país de la región que cobra a los médicos por su formación
posgradual en especialidades clínicas. Chile por ejemplo tiene una política
pública que incluye becas para formación y garantía de estancia de los
especialistas formados en zonas rurales y dispersas. Es necesario que el país
sepa cuantos médicos, odontólogos, efémeras y en general personal sanitario
requiere para los próximos 20 años. No hay carrera administrativa en salud, el
80% de los trabajadores de la salud son contratistas a 3 y 6 meses.
8. La
población colombiana está envejeciendo, según cifras del Ministerio de Salud la
población mayor de 65 años para el año 2016 era el 7,68% de toda la población
mostrando incremento en 1,42 puntos porcentuales con respecto a 2005, y se proyectó
que para el año 2020 será a un 8,50%.
Esto implica la formulación de políticas de salud y calidad de vida para
la tercera y cuarta edad (mayores de 80 años). No hay por ejemplo una política
de formación de geriatras, gerontólogos y unidades habitacionales para personas
solas de este momento vital.
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